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Contamos con un equipo de asesores capacitados y comprometidos para maximizar la producción agropecuaria. Ponemos a su disposición nuestro equipo humano para asesorarlos en el uso y aplicación de nuestros productos, para obtener los mayores beneficios desde el punto de vista técnico-agronómico, económico, y ambiental.

Desde 2018 venimos trabajando con el INTA y con Universidades Nacionales en diferentes proyectos de utilización de humatos y con productores privados que se interesan por la generación de indicadores de eficiencia y rendimiento utilizando nuestra tecnología de manejo con aplicación de humatos.

Además, sabemos que los humatos se utilizan en bioremediación, para recuperar tierras contaminadas (minería, salinidad, etc). Los productos como nuestra enmienda son muy pertinentes porque el gran problema en este caso es la pobre calidad del suelo.

La bioremediación consiste en usar plantas adaptadas a esas pobres condiciones para empezar a regenerar la estructura del suelo (en general destruida) y eliminar elementos contaminantes, ya sea por extracción o por lixiviación. Para extraerlos se usan tipos de plantas especiales que se llaman hiperacumuladores (que pueden tomar, por ejemplo, metales pesados del suelo y acumularlos en el tejido vegetal, luego se cosechan y se incineran, extrayendo dichos metales), para lixiviarlos se mejora la estructura del suelo que permite una mejor infiltración de agua y percolado (esto puede contaminar la napa).

Como estos suelos en general están absolutamente degradados, no tienen materia orgánica (o tienen muy poca), eso atenta contra la creación de estructura en el suelo (por lo tanto no tiene poros, no tiene capacidad de retención de agua, ni aireación, ni estabilidad térmica, para que puedan germinar las semillas).

En un suelo «joven» la acumulación de materia orgánica lleva siglos hasta que alcanza un nivel estable en equilibrio con el aporte hídrico, la temperatura y la biomasa (el suelo se forma, dependiendo de la materia prima aportada por la roca madre, en función de esos factores).

Los ácidos húmicos son una manera de acelerar ese proceso, dándole las propiedades fisico-químicas necesarias para actuar como aglutinante, fuente de capacidad de intercambio catiónico (fertilidad) y como iniciador de la estructura que va a permitir mayor crecimiento vegetal y a partir de allí un ciclo virtuoso que reconstruye el suelo